lunes, 19 de abril de 2010

Momento

-¿Cómo fue? – No respondí, él espera- dime.

-No sé, no escuche- abro la puerta- estaré en casa de Sol.

-No, quédate acá -no le digo nada- No seas loco, si vas ella te va a cagar. Ella ahora tiene una nueva familia.


Cierro la puerta de golpe, estoy furioso, incontrolablemente furioso, un desempleado más en este mundo, expulsado de su propia casa. Fabricio vive solo en un cuarto, no tiene familia, trabaja diez horas al día, estudia por las noches, no tiene a ninguna mujer importante en la vida. Yo vivía en una casa con una mujer una hija, trabajaba quince horas diarias y no me quedaba tiempo alguno para estudiar. Pero ahora solo soy un desempleado, con una mujer asaltada, robada por otro hombre y mi hija tiene un nuevo padre.

Fabricio perdió a sus padres hace mucho, entonces se alejo de sus amigos, se fue de su casa, se mudo a un cuarto, pasado el tiempo hizo nuevos amigos y su vida mejoro, por alguna razón perdida en un tiempo pasado, muy pasado; no dejo mi amistad atrás, la reforzó, cuando le pregunto ¿por qué? El me dice sonriendo
Eres un pedazo de mi yo anterior, eres especial para mi Gabriel.

Él día oscurece rápidamente, el sol se despide; Fabricio cierra la ventana me mira y murmura ¿Donde dormirá? , camino hacia él lo abraso y le susurro al oído Gracias por acogerme hoy.

Cuando cumplí diecisiete años cometí el peor error de mi vida me convertí en padre; mi padre me boto de casa, los padres de ella nos casarón, nos dieron una casa y yo deje hacer cosas, deje de crecer, me pusieron un terno y me mandaron a trabajar. Fracase como padre, fracase como todo deje de escuchar música Gallega, deje de salir, me convertí en una sombra.

Yo no debí ser hombre.

La noche callo por completo Fabricio me dio un pedazo de su tiempo, me rescato una vez más.

-¿Qué habría pasado si no fuera padre?- Fabricio me mira fijamente.

-Estarías conmigo, estudiarías seriamos felices. Llegarías todos los días de estudiar y yo te esperaría, conversaríamos de música Gallega, jugaríamos; todo sería diferente.

-¿Cómo fue? – No respondí, él espera- dime.

-No sé, no escuche- abro la puerta- estaré en casa de Sol.

-Estaré esperándote- le dije a Gabriel, mientras sale. Estaré esperándote como siempre pienso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario